El cuadro

De donde venimos? Quienes somos? A donde vamos?; Paul Gauguin

"Tengo que confesar que mi resolución fue tomada para el mes de diciembre. Y antes de morir quise hacer un gran cuadro que tenía en la cabeza, y durante todo el mes trabajé día y noche, enfebrecido de forma increíble. Evidentemente, no se trata de un cuadro hecho al estilo de Puvis de Chavannes, con análisis de la naturaleza, croquis, etc. Está hecho con soltura, con la punta del pincel, sobre una tela de saco llena de nudos y de rugosidades; su aspecto también es muy burdo.

"Dirán que está a medias, sin acabar. Aunque es cierto que es difícil juzgarse a sí mismo, creo, sin embargo, que esta tela no sólo sobrepasa a todas las precedentes, sino que además nunca haré otra parecida ni mejor. En ella he puesto toda mi energía antes de morir, una dolorosa pasión en circunstancias terribles y una visión tan clara, sin correcciones, que desaparece lo que tiene de apresurado, y de ella surge la vida. En este cuadro no se huele el modelo, el oficio ni las pretendidas reglas, que nunca he obedecido, aunque algunas veces con miedo.

"Es una tela de 4,50 m. por 1,70 de alto. Las dos esquinas de la parte superior son amarillo cromo, con la inscripción a la izquierda y mi firma a la derecha, como un fresco estropeado por los lados y aplicado sobre una pared de oro. En la derecha, en la parte inferior, hay un niño dormido y tres mujeres en cuclillas. Dos figuras vestidas de púrpura se confían sus reflexiones; una figura voluntariamente enorme a pesar de la perspectiva, en cuclillas, levanta los brazos al aire y observa, asombrada, a estos dos personajes que se atreven a pensar en su destino. Una figura situada en el centro está cogiendo un fruto. Hay dos gatos cerca de un niño. Una cabra blanca. El ídolo, con los dos brazos levantados misteriosamente y con ritmo, parece indicar el más allá. La figura en cuclillas parece que esté escuchando al ídolo; finalmente, una vieja cercana a la muerte parece aceptarla, resignarse (...); a sus pies hay un extraño pájaro blanco que tiene una lagartija en una pata que representa la inutilidad de las palabras vanas.

"La escena se desarrolla a orillas de un riachuelo, bajo los árboles. En el fondo, el mar, y luego las montañas de la isla vecina. A pesar de los cambios de tono, el paisaje es constantemente, de un extremo a otro, azul y verde Veronés. Todas las figuras desnudas se destacan en un naranja atrevido.

"Si a los alumnos de Beaux-Arts que se presentan al concurso de Roma se les dijera: El cuadro que tienen que hacer representará ¿de dónde venimos?, ¿quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿qué harían?".

(...)


Paul Gauguin

(Febrero de 1898, Tahití)

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