Hoy no quiero que leas nada.
Quiero que cierres los ojos y escuches.
Son sólo apenas unos minutos, unos segundos… toda una eternidad…
Si eres capaz de que nada te turbe durante este tiempo, de que ningún pensamiento te interrumpa y de que sólo experimentas esto y estás con ello todo el tiempo… ¡¡será un milagro!! Si no lo consigues, es normal, no te preocupes, vuelve a intentarlo. Verás que cada vez serás más capaz de sencillamente ser consciente del aquí y el ahora que eliges.
También puedes tener los ojos abiertos: es lo mismo.
Experiméntalo, disfrútalo… es la sencillez… de la palabra y de la escucha
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